El blanco aporta siempre frescura, limpieza y luminosidad. Captar éste ambiente es el fin del buen fotógrafo, conseguir que el espectador se sienta en la escena, conseguir que se imagine estando ahí. Un toque de color, en este caso las manzanas, aportan un valor añadido a la imagen: la hace más atractiva a la vez que consigue equilibrar el peso de la escena de una forma muy elegante. La persona aporta el toque humano justo y necesario para comprender mejor las dimensiones del espacio.
Fotografía: Toni Bonet ? Bonet Fotografía
Proyecto: Renova Interiors